El cuerpo humano tiene partes que se encargan de actividades específicas y le dan sostén y movimiento.
El sistema locomotor, o muscular-esquelético, es el que permite al cuerpo moverse de un lugar a otro y hacer actividades como caminar, correr o bailar. Está formado por:
– Sistema óseo, también llamado esqueleto, que son los huesos.
– Sistema muscular, que son todos los músculos, los cuales cubren los huesos.
– Articulaciones, cartílagos, ligamentos y tendones.
Cuando decides hacer un movimiento, tu cerebro le manda una señal mediante la médula espinal a la parte de tu cuerpo específica que quieres levantar, girar, bajar o cambiar de posición. Los huesos y los músculos de esa parte del cuerpo reaccionan obedeciendo la señal y es así como puedes hacer la acción que quieres. Es como si tuvieras una red de cables eléctricos dentro de tu cuerpo que lleva las señales de tu cerebro hacia todos lados; todo el tiempo, este coordina cada músculo por más pequeño o alejado que esté de tu cabeza. ¡Hasta el dedo chiquito del pie!
Los músculos se contraen o se estiran y así es como logran el movimiento. Pero hay veces en que una contracción mal hecha puede dañar alguno de tus músculos y ocasionarte dolor. Esto ocurre cuando cargas un objeto muy pesado o mantienes una misma posición durante mucho tiempo.
Por otro lado, los huesos también pueden dañarse o hasta romperse. Con todo y que tienen al sistema muscular para protegerlos, cuando sufren algún impacto o golpe se pueden romper. Cuando esto sucede se dice que sufriste un fractura. Estas son frecuentes en los brazos o en las piernas y casi siempre se ocasionan por algún accidente. ¡Son muy dolorosas!, y la recuperación toma tiempo, por eso debes cuidar tu cuerpo.
Si una parte del sistema locomotor se lesiona, puede generar limitaciones en el movimiento y en la calidad de vida. Para cuidarlo, se recomienda comer de manera saludable, practicar alguna actividad física en condiciones seguras y descansar lo suficiente. Recuerda usar equipo de protección cuando realices una actividad de riesgo, para prevenir accidentes y lesiones.
Además de la luz y el calor del Sol, las plantas, los animales y los seres humanos necesitamos para vivir otros tres elementos básicos que existen en el planeta: el aire, el agua y el suelo.
El aire es una mezcla de gases que rodea la Tierra; uno de los gases es el oxígeno. Este es indispensable para los seres vivos, pues es lo que respiramos. Además de los rayos solares, las plantas usan el aire para la fotosíntesis, que es el proceso por el cual elaboran su alimento.
Gracias a que existe el aire hay fuego, pues nada puede arder sin oxígeno. Y para las aves, el aire es básico para poder volar. Finalmente, el aire hace que los sonidos viajen de un lado a otro, y esto es bueno porque permite a los seres vivos estar informados sobre el entorno que los rodea.
Por otro lado, el agua es un compuesto indispensable para la vida; está dentro de todos los organismos, incluido el ser humano. Permite que los órganos internos funcionen, que fluya la sangre de los animales y la savia de las plantas, y que los nutrientes lleguen a cada rincón del cuerpo, entre otras funciones.
Gran cantidad de animales y plantas habitan dentro del agua. Además, el agua participa en casi la totalidad de los procesos que ocurren en la naturaleza. El ciclo del agua influye en la temperatura del planeta, hace que las plantas se hidraten y que los ríos existan.
TIC
En la siguiente página conoce más sobre animales que viven debajo de la tierra.
Se llama suelo a la porción de tierra firme en la que pueden crecer las plantas. ¿Sabes cuántos organismos tienen su hábitat en la tierra? Además de mamíferos, muchísimas especies de insectos necesarios para la producción de nutrientes habitan debajo del suelo.
En el suelo se origina el intercambio de materia orgánica e inorgánica para producir nueva materia viva. Además, regula las inundaciones, suministra materiales para construcción, alimentos, fibras para vestido y combustibles, purifica el agua y regula el clima.
A pesar de su importancia, la humanidad ha contaminado el aire, el agua y el suelo, sobre todo en las últimas décadas. Cuidar el planeta nos beneficia a todos, además es una tarea indispensable para que la humanidad pueda seguir subsistiendo.