La célula y sus características 

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Biología

LO QUE HAY QUE SABER


Trimestre

La célula: unidad mínima estructural

Identifica a la célula como la unidad estructural de los seres vivos.

En el planeta habitamos una gran variedad de especies de animales y plantas, que junto con bacterias, hongos y protistas (algas y protozoarios, como las amebas) conformamos los cinco reinos de los seres vivos. Se calcula que el número de especies en la Tierra puede sumar casi ocho millones; a esta diversidad se le conoce como biodiversidad.

La clasificación taxonómica de los organismos incluye varias escalas: todas las especies pertenecen a un género, este pertenece a una familia, misma que forma parte de un orden, el orden pertenece a una clase, la clase a un phylum o filo, y el filo a un reino. Por ejemplo, en el esquema siguiente podrás ver cuál sería la clasificación taxonómica de un gato.

Clasificación taxonómica del gato doméstico.

Los virus no pertenecen a ninguno de estos reinos, pues no comparten muchas de las características propias de un ser vivo y requieren invadir una célula para multiplicarse.

Esta clasificación se deriva de suponer que todos los organismos vivientes descendemos de un ancestro común, y tiene varias implicaciones muy importantes. Una de ellas es que más allá de las variaciones que caracterizan a cada especie ―y a cada individuo―, todos compartimos características esenciales comunes, como llevar a cabo las mismas funciones y estar construidos por las mismas unidades estructurales mínimas.

Los organismos están constituidos por un elemento esencial. Esa característica que compartimos todos los seres vivos es nuestra parte mínima común: la célula.

La célula es la unidad mínima funcional que forma a todos los seres vivos: animales, plantas y bacterias. Las células son tan pequeñas que la mayoría de ellas no se pueden observar a simple vista; para hacerlo es necesario utilizar un microscopio.

Aunque las células suelen ser microscópicas, hay algunas excepciones en la naturaleza. El alga unicelular Valonia ventricosa, conocida como Ojo de marinero, llega a medir hasta 4 centímetros.
Aunque las células suelen ser microscópicas, hay algunas excepciones en la naturaleza. El óvulo humano, por ejemplo, mide alrededor de 1.5 milímetros.

Alrededor de 1838, dos científicos alemanes ―Theodor Schwann y Jakob Schleiden― formularon la teoría celular con base en extensas observaciones al microscopio de diversos tejidos animales y vegetales: de acuerdo con ella, los seres vivos eran el resultado de la unión organizada de células.

Dicha teoría afirmaba que:

1) todo organismo viviente está compuesto por células (y sus secreciones), y que

2) cada célula tiene una vida independiente (y todas ellas dependen de la vida del organismo), de manera que las funciones vitales de un ser son el reflejo de las de la célula.

Mas adelante, Rudolf Virchow afirmaría que toda célula proviene de otra.

Las células se clasifican en procariontes y eucariontes según la presencia o ausencia de un núcleo (las primeras no tienen, mientras que las segundas sí); si poseen unas estructura que delimite y contenga el material genético o ADN (ácido desoxirribonucleico). 

Así, las bacterias, al no tener núcleo, se consideran procariontes; mientras que las células animales y vegetales, al tenerlo, se clasifican como eucariontes.

El núcleo celular es definitorio a tal grado que su presencia o ausencia es el principal criterio para clasificar a las células en dos grandes grupos.

Todos los seres vivos ―desde la bacteria más simple hasta la ballena azul, pasando por las algas, los hongos y los humanos― estamos formados por una o millones de células; de ahí deriva la otra gran clasificación de los seres vivos: se llama unicelulares a los que están constituidos por una sola célula y pluricelulares o multicelulares a los que lo están por más de una.

Los organismos multicelulares tienen además distintos grados de organización. Las células con funciones similares se organizan en conjuntos para formar tejidos; los tejidos, a su vez, se agrupan con otros para constituir órganos, los cuales se interconectan para formar sistemas y aparatos; estos componen al organismo o individuo completo.

Las neuronas constituyen el tejido nervioso, que forma al cerebro, el cual es parte del sistema nervioso de un humano.

En el sentido opuesto, y yendo de lo celular a lo subcelular, si se analizan los componentes de cualquier célula, se encuentra que está formada por moléculas, mismas que a su vez están formadas por varios átomos.

Como organismos multicelulares, los humanos tenemos al menos siete niveles de organización.

Las células tienen la capacidad de relacionarse de forma organizada unas con otras para formar agrupaciones que culminan en el organismo completo.

Los organismos multicelulares crecen durante su desarrollo: tú no mides lo mismo que medías hace cinco años, ni lo que medirás en otros diez. Esto ocurre porque los órganos aumentan de tamaño por el incremento en el número de células que los forman; así, tanto tus huesos como las raíces de las plantas y los troncos de los árboles, entre otros, pueden crecer. Los seres humanos en etapa fetal tenemos todos los órganos formados desde las diez semanas de gestación y medimos solo 3 cm. Para alcanzar el tamaño que tienes en la actualidad piensa cuánto tuviste que haber crecido. La increíble respuesta es ¡alrededor de cincuenta veces!

Otro dato interesante del desarrollo de los animales es que en etapas tempranas los fetos de diversos organismos, tan distintos como la salamandra y el humano, son prácticamente indistinguibles.

Así como existe una gran diversidad en los seres vivos, la variedad dentro de los distintos tipos de células también es muy amplia. Por ejemplo, las denominadas células beta en el páncreas, que son las encargadas de la producción de la hormona insulina (responsable de controlar los niveles de azúcar en la sangre), son diferentes a las neuronas, que son las células que conforman nuestro cerebro, gracias a las cuales razonamos y coordinamos el movimiento.

Sección microscópica de tejido pancreático.

Y toda esta enorme variedad de estructuras y funciones se deriva de un par de células de las que en un inicio consistió un ser humano: el cigoto, es decir, la unión de un óvulo con un espermatozoide. A partir de ese punto comienza una diversificación.

   

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Observa el siguiente video en el que te podrás dar una idea del tamaño que tienen las células.

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En este enlace encontrarás un artículo acerca de las implicaciones de la diversificación celular.

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¿Quieres observar imágenes de los distintos tipos de células que existen? Accede a este enlace.

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TEN PRESENTE

  • En 1665, Robert Hooke construyó un microscopio con el que pudo observar una delgada lámina de corcho en la que vio unas celdillas a las cuales llamó células, aunque en realidad estaba observando los huecos que las células dejan al morir y desaparecer. En todo caso, el nombre ha prevalecido hasta nuestros días.
  • Se piensa que el antepasado común de los seres vivos pudo ser una célula procarionte a partir de la cual las células fueron adquiriendo complejidad y uniéndose con otras. 
  • Los procariontes fueron los primeros organismos vivos en habitar el planeta y a partir de ellos surgieron después los eucariontes. Si se considera que los primeros organismos vivían en el agua, se puede explicar que en la actualidad algunos de los más antiguos del planeta están en el mar.
  • La célula es una especie de bloque constructivo con el que se puede hacer desde un tejido hasta un organismo funcional completo, gracias a la diversidad de formas y funciones que durante su desarrollo puede adoptar y llevar a cabo.

Estructura y funciones de la célula

Identifica las funciones de la célula y sus estructuras básicas (pared celular, membrana, citoplasma y núcleo).

El microscopio es un instrumento óptico con el cual se observan objetos mediante su ampliación óptica; es decir, la función del aparato es aumentar la apariencia del objeto de estudio hasta el punto en que es posible ver sus partes.

El primer microscopio en la historia de la ciencia fue construido en 1590 por Zacharias Janssen, un fabricante de lentes holandés. Este microscopio estaba compuesto por un solo objetivo y un ocular, y se enfocaba alejando uno del otro manualmente.

Robert Hooke describió en Micrographia el aparato que empleó.
Reproducción del microscopio que utilizó Leeuwenhoek.
Microscopio de electrones

Después, Robert Hooke, el mismo científico inglés que acuñó el término célula, publicó en 1665 una obra en la que describía las primeras células muertas (de corcho) observadas al microscopio.

La primera observación de células vivas al microscopio la hizo Anton van Leeuwenhoek, a mediados del siglo XVII, utilizando sus propios instrumentos para describir eritrocitos y bacterias, entre otros tipos celulares. Debido a esto se le considera el padre de la microbiología.

El microscopio siguió evolucionando y hoy existe una gran diversidad de tipos: óptico o de luz, electrónico, de barrido, etcétera.

Partes de un microscopio óptico moderno.

En el caso de organismos multicelulares, como plantas y animales, las células son los ladrillos que construyen sus órganos, y en el caso de organismos unicelulares, como las amebas, constituyen el organismo completo.

Trátese de un organismo unicelular, como el de la primera fotografía, o de uno multicelular, como los tejidos de una planta o del músculo humano, la célula siempre es uno de los “ladrillos” (o el único) de toda esa estructura.

La célula, la base de los seres vivos, efectúa las mismas funciones de nutrición, relación y reproducción que el organismo completo. Piensa, por ejemplo, en la reproducción de la misma; la célula requiere ser una “fábrica” de proteínas, grasas y ADN, pues al dividirse generará dos células con idénticas características y requerimientos estructurales que la célula original.

Al proceso de división celular se le conoce como mitosis. En términos generales, al igual que los organismos, la célula cumple sus funciones ―nutrición, relación y reproducción― mediante un conjunto de estructuras especializadas, como la membrana, el citoplasma o el material genético.

El complicado proceso mediante el que una célula se convierte en dos idénticas requiere de muchas funciones, análogas a las que el organismo completo lleva a cabo.

 

Cuando hay núcleo, entre este y el citoplasma hay un continuo intercambio de señales mediante las cuales el primero lo instruye acerca del procesamiento de las proteínas necesarias para cada tarea celular. En cualquier caso, hay una diversidad enorme de células, consecuencia de la gran cantidad de funciones que deben cumplir.

Las células eucariontes conforman a todos los organismos multicelulares como plantas, animales, hongos y algunos unicelulares (como los protozoarios). Estas células poseen estructuras u organelos con funciones particulares que se describen a continuación.

Célula eucarionte y sus organelos principales.

Membrana celular: es una estructura que delimita a la célula; está formada por lípidos o grasas, azúcares o carbohidratos y proteínas que la aíslan del medio externo, y a través de ella ocurre el intercambio de nutrientes, así como el desalojo de desechos.

Núcleo: esta estructura contiene al ADN (ácido desoxirribonucleico) o material genético de la célula. El núcleo aísla el ADN mediante una membrana o envoltura nuclear y ejecuta el transporte de moléculas a través de poros. Contiene además un nucléolo donde se almacena el ARN (ácido ribonucleico), el cual es una copia de su ADN que se convierte después en proteína. Las células procariontes carecen de este organelo.

Retículo endoplásmico: es una estructura membranosa conectada al núcleo donde residen los ribosomas. Su función es sintetizar o producir proteínas y grasas.

El núcleo y el retículo endoplásmico están conectados; este último también está implicado en la síntesis de proteínas.

Citoplasma: es una sustancia en la que están contenidos (flotan) los distintos organelos celulares, desde la membrana celular hasta el núcleo. Este líquido gelatinoso se encuentra presente en todas las células procariontes y eucariontes.

Ribosomas: son los organelos responsables de la síntesis de proteínas. Contienen una subunidad grande y una pequeña. Están presentes en organismos tan simples como las bacterias y ejecutan la importante función de convertir o interpretar, de ARN a proteína, el código genético escrito en tus genes.

Aparato de Golgi: se encarga de transportar, almacenar y eliminar proteínas y grasas. Está formado por una red de membranas con espacio interno o lumen. El transporte de moléculas lo hace por medio de vesículas que pueden quedarse en el citoplasma o salir al espacio extracelular.

Este organelo es fundamental para el tránsito de las proteínas a través de la célula y de su procesamiento.

Mitocondria: organelo que produce y libera energía mediante la respiración celular, convierte los nutrientes que recibe la célula en combustible, es decir, en el trifosfato de adenosina o ATP. La producción de ATP ocurre por la acción de un complejo de proteínas conocido en conjunto como complejo respiratorio. La mitocondria está constituida por una membrana interna y una externa que forman un compartimento llamado matriz, donde están contenidos el complejo respiratorio, los ribosomas y el ADN mitocondrial.

Se puede considerar a la mitocondria como la fuente de poder de la célula.

Cloroplasto: organelo responsable de la fotosíntesis en células vegetales, la cual se lleva a cabo al transformar energía luminosa en química. Está constituido por una membrana interna y una externa que forman un compartimento llamado estroma que contiene a los tilacoides, unas estructuras en forma de saco aplanado donde se almacena la clorofila. Los cloroplastos, al igual que las mitocondrias, contienen ribosomas y ADN en su interior.

El cloroplasto es un organelo compuesto, dentro de él hay estroma, en él residen los tilacoides.

Pared celular: estructura formada por una o varias capas de proteínas y azúcares que rodean la membrana celular y le dan una mayor resistencia, protección y firmeza a la célula. Está presente solo en células vegetales y en algunas bacterias.

Como recordarás, las procariontes no tienen núcleo, pero su ADN se organiza en un nucleoide, sin membrana nuclear que lo contenga. Algunas procariontes se mueven gracias a flagelos y poseen membrana celular y ribosomas. Otras presentan pared celular, como las células vegetales.

Una bacteria es un organismo compuesto por una sola célula procarionte.

Ahora estás consciente de que nuestras funciones son un reflejo de las que toda célula —animal o vegetal, procarionte o eucarionte— efectúa: nutrirse, relacionarse y reproducirse. Y que lo hace mediante un conjunto de complejos organelos que se ocupan de hacerle llegar sustancias alimenticias, de procesarlas y, al final, de expulsar los desechos.

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En este enlace podrás observar la estructura y las funciones de diferentes tipos de células a partir de contextos diferentes.

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Aquí te presentamos un video explicativo de la célula y sus componentes.

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En este enlace encontrarás más información acerca de las células procariontes.

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TEN PRESENTE

  • La palabra microscopio se deriva del griego micrós, que significa “pequeño”, y scopéo, que significa “mirar”.
  • El microscopio electrónico es tan potente que con él es posible observar estructuras tan pequeñas como las que se hallan en el interior de una célula.
  • La célula es la unidad mínima estructural, fisiológica y funcional de todos los seres vivos.
  • Con el advenimiento de la microscopia electrónica se sabe ahora que el citoplasma no es solo una sustancia gelatinosa, sino una masa de microfilamentos organizados en la que se disponen los organelos.
  • Las proteínas son fundamentales, ya sea como enzimas que aceleran las reacciones a la velocidad que lo requiere la célula, o como hormonas, que transmiten señales; como sea, deben llegar a la célula, ser procesadas y luego desechadas. El aparato de Golgi es el encargado de ese transporte.
  • Las mitocondrias pueden considerarse la fuente de poder de la célula y están distribuidas por toda ella en cantidades variables, así metabolizan las sustancias nutritivas a las que se tiene acceso para obtener energía.
  • La membrana limita el espacio de la célula y la aísla del medio; la función de relación se da esencialmente a través de ella.
  • En las procariontes el material genético, dentro del núcleo o fuera de él, está implicado en la función de reproducción.
  • La teoría endosimbiótica celular postula que el origen de las células eucariontes es consecuencia de la simbiosis de varias células procariontes.

Herencia: ADN y genes 

Describe la importancia, funciones y ubicación de los cromosomas, genes y ADN.

Seres humanos, canarios, salamandras, pinos, champiñones y cocodrilos: todos son organismos vivos en apariencia muy diferentes y al mismo tiempo muy parecidos. Sus semejanzas radican en muchos aspectos que se relacionan con la manera en que funcionan.

Los seres vivos tienen mucho en común a pesar de sus diferencias y, por lo tanto, todos somos parientes. La teoría del origen de la vida establece que todos descendemos de un mismo grupo de células que se originó hace millones de años.

Al descender de un ancestro común, todos estamos emparentados y compartimos muchas cosas.

Todos los organismos heredan las características físicas y funcionales de sus predecesores. Los humanos, por tanto, heredamos rasgos, conductas y modos de funcionar de nuestros progenitores, como el cabello rizado o lacio, la barba partida o no, el color de los ojos , la intolerancia a ciertos alimentos o el tipo de sangre, entre otras, y las podemos heredar tanto del padre como de la madre. Pero, ¿de qué depende de quién heredamos una característica y no otra? ¿Por qué somos parecidos a nuestros progenitores, pero no idénticos? ¿Cómo es que a veces mostramos rasgos que ninguno de nuestros progenitores tiene?

Aunque muestra el aire de familia, cada individuo es distinto de sus progenitores.
Aunque muestra el aire de familia, cada individuo es distinto de sus progenitores.
Aunque muestra el aire de familia, cada individuo es distinto de sus progenitores.

A pesar del enorme número de personas que habita este planeta, no hay dos que sean exactamente iguales; ni siquiera los gemelos lo son. Esto se debe a que aun cuando nuestra herencia determina la mayoría de nuestras características, la diversidad de ambientes en que nos desarrollamos también contribuye a la variabilidad humana; por ejemplo, la herencia puede determinar cierta propensión a padecer diabetes, sin embargo, una dieta alta en azúcar puede provocar el desarrollo de la enfermedad mientras que una baja en ella nos alejaría de ese padecimiento.

La herencia determina características como la estatura máxima de los gemelos, aunque el ambiente puede producir una estatura menor.

La herencia se transmite mediante una molécula asombrosa que es capaz de guardar la información de los seres vivos para transmitirla a las generaciones siguientes. Esta sustancia es el ácido desoxirribonucleico o ADN.

En un monasterio ubicado en Brno, ciudad de la actual República Checa, el fraile agustino Gregor Mendel (1822-1884) efectuaba experimentos acerca de la herencia en plantas de chícharo.

En uno de sus experimentos más conocidos, Mendel cruzó una planta de semilla verde con una de semilla amarilla; las descendientes fueron todas de semillas amarillas.

Después dejó que las plantas de esa generación se autofecundaran y de ellas nacieron plantas de semillas amarillas y, en una proporción menor (3:1), plantas de semillas verdes. Entonces, tomó algunas de las semillas verdes y cuando las cruzó, obtuvo solo plantas de semillas verdes. Esto se representa de la siguiente manera.

Luego de muchos experimentos en esta tónica, Mendel infirió que a) los rasgos se transmitían como factores individuales, b) cada rasgo tenía variantes y c) algunas características eran dominantes y otras eran recesivas.

Para que estos factores recesivos se expresaran debían ser transmitidos por ambos progenitores. Todo ello lo expresó con reglas matemáticas simples. En la actualidad, a) a esas características las llamamos genes; b) a esas variantes, alelos, y c) al conjunto de genes de un individuo, tanto dominantes como recesivos, los conocemos como genotipo, mientras que al conjunto de rasgos de un individuo, mayormente definidos por el genotipo, pero también por el ambiente, le hemos dado el nombre de fenotipo.

En 1869, más o menos por la época en que Mendel hacía sus experimentos con chícharos, un médico y biólogo suizo llamado Friedrich Miescher recolectó células blancas obtenidas de los vendajes que se hacían en el hospital donde trabajaba, y aisló el núcleo de dichas células al lavar las vendas en una solución salina y romper las células con otra solución química. Esto hizo que los núcleos se precipitaran y a partir de ellos aisló una peculiar sustancia rica en fósforo a la que llamó nucleína.

Las células blancas son las principales combatientes de las infecciones; por eso las secreciones de las heridas son ricas en ellas.

Fue hasta el siglo XX que se logró establecer, gracias a sofisticados experimentos, que esa molécula era la responsable de la herencia, es decir, la que hacía posible que las características físicas se transmitieran de una generación a otra.

El biólogo estadounidense James Watson y el físico inglés Francis Crick investigaron la estructura del ADN, y en 1953 publicaron su modelo de la doble hélice en la revista Nature. Allí propusieron que la principal cualidad de dicha estructura era su capacidad de replicarse o copiarse a lo largo de generaciones sin perder información.

La forma de doble hélice favorece su duplicación y así transmite la información genética de la célula.

Cuando Watson y Crick propusieron su modelo de doble hélice habían retomado los resultados de Erwin Chargaff, que establecían que en el ADN de diferentes especies (terneras, levaduras, bacterias y humanos) la proporción de unos compuestos llamados nucleótidos podía variar.

El modelo de la doble hélice propuesto por Watson y Crick consistió en dos cadenas de nucleótidos, unidos estos por azúcares mediante grupos fosfato; las cadenas son complementarias y se encuentran unidas una con otra mediante el reconocimiento de sus bases nitrogenadas.

Los nucleótidos son compuestos químicos formados por un azúcar, un grupo fosfato y una base nitrogenada. En el ADN las bases son adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T) (por convención, sus letras iniciales sirven para identificar los nucleótidos que conforman el ADN).

La doble hélice de Watson y Crick postulaba que las cadenas de ADN se formaban por el reconocimiento y enlace mediante puentes de hidrógeno entre las bases nitrogenadas (en la imagen quedan representadas como líneas punteadas).

Un esquema simple de la manera en que los componentes del ADN se enlazan entre sí para formar la doble hélice.

Todas estas características de una persona se encuentran codificadas en el ADN, y este ordena la información organizándose en varios niveles. El ADN, considerado la molécula de la herencia, constituye el genoma de los organismos; enroscándose, muchas veces forma un cromosoma.

Así, el ADN de la célula presente en su núcleo se encuentra ordenado y empaquetado alrededor de una serie de proteínas que forman cromosomas, los cuales son estructuras en las que el ADN se encuentra altamente empaquetado. Al conjunto de cromosomas de cada especie se le conoce como cariotipo.

El número de cromosomas varía según la especie, los seres humanos tenemos 46 cromosomas, o 23 pares (vienen acomodados en pares). Así pues, el cariotipo de los humanos presenta 23 pares de cromosomas.

Los seres humanos contamos con 23 pares de cromosomas.

Cada elemento del par cromosómico es igual; cada par difiere de los otros en forma y tamaño. De cada par cromosómico, un cromosoma lo heredamos de nuestro padre y el otro de nuestra madre.

Las instrucciones vienen codificadas en genes. Un gen es una sección, segmento o secuencia de la molécula de ADN, organizada en un cromosoma, que es responsable de cierta característica física o funcional de un organismo. A veces existen una, dos o más versiones de un gen: a cada una de ellas se le conoce como alelo.

Enroscándose, una larga hebra de ADN forma un cromosoma, cada sección específica del mismo constituye un gen; cada gen tiene variantes a las que llamamos alelos.

Si uno de tus padres tiene ojos azules y el otro de color café, y los tuyos son de este último color, significa que el café es un gen dominante sobre el azul. Lo cual implica que ―como lo había establecido Mendel― los genes no siempre se expresan; es decir, no todas las características, como el color de ojos o de piel, se manifiestan.

A los genes que portamos y no expresamos se les conoce como genes recesivos y aunque no se hayan expresado en los hijos, a veces se manifiestan en los nietos. La información genética que expresamos y que en ocasiones es posible apreciar, como el color de ojos, se conoce como fenotipo.

Ahora puedes explicarte, a grandes rasgos, cómo se te ha transmitido la forma del cabello, el color de los ojos, tu estatura y algunas de las funciones particulares de tu cuerpo por medio de una molécula que es capaz de duplicarse a sí misma organizándose en genes y cromosomas.

 

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¿Quieres ampliar tus conocimientos acerca del ADN? En este enlace encontrarás un video que te ayudará a hacerlo.

www.e-sm.com.mx/CeS-B1-25

  

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Este video muestra un documental que explica cómo se vería un trozo de ADN.

www.e-sm.com.mx/CeS-B1-26

 

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Si quieres ver más modelos de ADN y saber acerca de las reglas de Chargaff, revisa el enlace. 

www.e-sm.com.mx/CeS-B1-27

  

TEN PRESENTE

  • Mendel optó por la planta del chícharo porque se pueden estudiar varias generaciones en poco tiempo y hay una descendencia numerosa, además tienen características peculiares y notorias, como el color de la semilla, su textura, el tipo de implante de la flor, etc., que resultaron de gran utilidad para identificarlas con rapidez y determinar si se heredaban o no de una generación a otra. 
  • Al ADN, o ácido desoxirribonucleico, se le considera la molécula universal de la herencia y se encuentra en el núcleo de todas las células eucariontes, y condensado en algún lugar de las células procariontes.
  • Miescher nunca propuso que la nucleína fuera la portadora de la información genética, pero abrió al camino para su investigación aportando procesos específicos para aislarla y estudiarla.
  • Tanto las que después se conocieron como leyes de Chargaff, como los hallazgos de biólogos experimentales fueron cruciales en la propuesta del modelo de doble hélice de Watson y Crick, así como las imágenes de cristalografía que otra científica, Rosalind Franklin, había obtenido junto con Maurice Wilkins.
  • Los puentes de hidrógeno son enlaces químicos que se establecen por la diferencia de cargas. Estos enlaces son débiles, pero cuando se forman muchos de ellos, su unión se fortalece.
  • Todos los pares cromosómicos son iguales, excepto los sexuales, que en el hombre se denominan XY, diferentes en tamaño y forma, y en la mujer se denominan XX, en cuyo caso son iguales.
  • Los genes recesivos son las características que portamos en nuestro ADN pero que no siempre son evidentes, estos constituyen el genotipo.